lunes, 19 de junio de 2017

Vida del emprendedor, lección I: "¡Qué bien vives!"

" ¡Qué bien vives! "

Seguro que si eres autónomo, emprendedor y/o aún estás en esa famosa fase tester antes de dar EL paso lo habrás escuchado más de una vez.  ¿A que sí?

Tu sonríes majestuosamente pero por dentro estás recordando bajando todos los santos habidos y por haber. No se puede poner una mala cara, norma número uno sino quieres que piensen que eres una engreída y puedas perder una clienta o varias si la voz se corre. 





Pero en el fondo tu mente rauda y veloz se apresura a enumerar todos esos acontecimientos que tienen más de mortal que de divinismo con los que debes lidiar en tu carrera hacia el emprendimiento, hacia ser la nueva GirlBoss. ¿Que no has visto la serie? ¡Venga chica! Que tu eres una super emprendedora y no puedes perderte esta ración extra de motivación salpicada de grandes dosis del sueño americano ;)  En Netflix tienes la primera temporada íntegra pero esto, deberías saberlo si eres una emprendedora pro :P




Y sí, hoy ha sido uno de esos días en los que la menda ha tenido ganas de gritar, patalear y clamar a los siete cielos un poco de piedad en cuanto a la "tontuna" humana.  Uno de esos días en los que tenía que esperar varios pedidos de material, uno de ello más sustancioso y por tanto, de esos que controlas minuciosamente los avances del tracking en la web de mensajería pertinente para no despistarlo ni un minuto. A la par tenía otras mil tareas y recados pendientes que hacer y unos 34 grados en Asturias... ¡vamos perfecto! Ya harta de esperar y desesperar y con el mal café que me regala el calorazo decidí, a eso de las 5,30, llamar a mensajería para saber que pasaba con mi envío, insistiendo en que llevaba todo el día esperando y... ¡atentos!



Yo - ¡Buenas tardes! Mire soy cliente y llevo todo el día esperando una entrega de un pedido. Necesito saber una hora aproximada para poder organizarme y hacer otros recados. ¿Podría decirme algo al respecto?

Mensajería - ¡Siempre les digo lo mismo, hay cosas más importantes que esperar un paquete en esta vida! ¡Salga, no esté en casa! Sino está, ¡ya le llamarán! ¡Ya le entregarán el paquete otro día! Recuerde: ¡Hay cosas más importantes que un paquete!



Yo - Si bueno, pero mire es que yo soy empresa, ese paquete es un pedido importante de material que necesito recibir para terminar mi trabajo y que debería haber estado aquí el viernes, no puede pasar de hoy.

Mensajería - Piense que hay cosas que importan más...

Yo - ¿Podría dejar ese tipo de consideraciones a mi criterio y comprobar donde y cuando llegará mi paquete?

...

Pues no conforme con su discurso filosofal, aun antes de colgarme tuvo tiempo para insistirme en que hay que vivir relajadamente...



Seguro que si has llegado hasta aquí leyendo la anécdota del día te preguntarás si llegó el paquete y sí, llegó y sí, estaba trabajando en pijama porque os recuerdo que había 34 grados y sí, no me dio tiempo y tuve que abrir en tal cual...
Ah! Y sí, llegó a tiempo para que pudiera correr a la peluquería canina a recoger a Conguita (la Jefaza) que estaba cambiando de look para no sufrir estas temperaturas tan majas, hacer unos cuantos recados, pasar a saludar a la mi madre y quedarme frita de puro agotamiento sentada en el suelo de su salón porque sí...
¡Que bien vivo!

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